Por Recambios Palacios
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15 de junio de 2025
El sistema de inyección es uno de los componentes más delicados y costosos de reparar en un motor diésel. Su buen funcionamiento es clave para mantener el rendimiento, la eficiencia y la vida útil del motor. A pesar de su importancia, muchas averías podrían evitarse con simples medidas preventivas, como el uso regular de un limpiainyectores diésel de calidad. En este artículo, te explicamos cómo funciona este sistema, cuáles son sus principales enemigos y cómo puedes protegerlo con un buen limpiainyectores diesel y una serie de consejos muy fáciles de seguir. ¿Qué es el sistema de inyección diésel? El sistema de inyección diésel se encarga de pulverizar el combustible en la cámara de combustión con la presión y el momento exactos para que el motor funcione correctamente. Está formado por: Bomba de alta presión: eleva la presión del gasoil. Inyectores: pulverizan el combustible en el cilindro. Sensores y electrónica: controlan el tiempo, cantidad y presión de inyección. Al contrario que los motores de gasolina, el motor diésel no tiene bujías. La combustión se produce por la alta compresión del aire en el cilindro y la inyección precisa del gasoil. Por eso, cualquier alteración en la pulverización o presión puede provocar problemas graves. ¿Cómo funciona el sistema de inyección diesel? La bomba de combustible lleva el gasoil desde el depósito hasta la bomba de alta presión. La bomba lo comprime a miles de bares. Los inyectores lo introducen en la cámara de combustión en el momento adecuado, en forma de una fina niebla pulverizada. El sistema electrónico ajusta cada parámetro según las condiciones de marcha. Este proceso, repetido miles de veces por minuto, debe ser limpio, preciso y constante. Es necesario un buen mantenimiento para evitar tirones, consumos excesivos y emisiones contaminantes. Enemigos del sistema de inyección diesel Ya conocemos el funcionamiento básico, ahora vamos a ver los factores más comunes que provocan fallos en la inyección diésel y cómo podemos evitarlos. 1. Gasoil de baja calidad o contaminado Uno de los principales problemas. El combustible sucio o con impurezas puede obstruir los inyectores, desgastar la bomba o alterar la combustión. Es difícil saberlo, hace años sí podía haber gasoil de baja calidad, ahora el gasoil va bien aditivado y el riesgo es más que esté el deposito casi vacío y tenga residuos. Importante -> filtro de combustible revisado y cambiado a menudo. Síntomas: Tirones al acelerar. Mayor consumo. Pérdida de potencia. Solución preventiva : Reposta siempre en estaciones de servicio fiables. Usa periódicamente un limpiainyectores diesel uso preventivo que disuelva residuos y sedimentos acumulados. 2. Acumulación de carbonilla en los inyectores Con el tiempo, el gasoil deja residuos de carbonilla que se adhieren a los inyectores. Esto provoca un mal pulverizado del combustible, lo que afecta directamente al rendimiento del motor. Síntomas: Humo negro por el escape. Vibraciones al ralentí. Fallos de encendido en frío. Solución preventiva: Añade un limpiainyectores diésel al depósito cada ciertos kilómetros (según el producto). Evita trayectos cortos constantes que favorecen estos depósitos. 3. Uso frecuente del coche en ciudad o trayectos cortos En estas condiciones, el motor no alcanza temperaturas óptimas y los residuos no se queman correctamente. Esto acelera la suciedad en el sistema de inyección. Síntomas: Mayor obstrucción de inyectores. Dificultades de arranque. Consumo elevado. Solución preventiva: Programa trayectos más largos de vez en cuando para limpiar el sistema de forma natural. Recurre a un limpiainyectores diesel uso preventivo en ciclos regulares. 4. Fallo en el filtro de combustible El filtro evita que las impurezas del combustible lleguen al sistema de inyección. Si está saturado o en mal estado, los residuos pasan directamente a los inyectores. No olvides el filtro de combustible , hay que cambiarlo a menudo o por lo menos seguir los consejos de mantenimiento del fabricante del motor. A veces somos muy responsables con el combato del filtro de aceite, pero nos queda olvidado el del gasoil. Síntomas: Falta de potencia. Problemas al acelerar. Averías en la bomba o inyectores. Solución preventiva: Cambia el filtro según el intervalo recomendado. Refuerza su función usando aditivos limpiadores preventivos. 5. Condensación de agua en el depósito Con los cambios de temperatura, sobre todo si el depósito queda con poco combustible, puede aparecer agua por condensación. El agua en el gasoil daña los inyectores y puede oxidar componentes metálicos. Síntomas : Corrosión interna del sistema. Mal funcionamiento de inyectores. Dificultades de arranque. Solución preventiva: Mantén el depósito por encima de 1/3 de su capacidad. Utiliza aditivos que absorban la humedad o la desplacen del sistema. 6. Exceso de kilómetros sin mantenimiento preventivo El uso prolongado sin ninguna medida de limpieza interna favorece la formación de lodos, barnices y suciedad en todo el sistema. Esto lo podemos aplicar al mantenimiento del coche en general, un buen mantenimiento evita averías. Síntomas: Ruidos en la bomba. Fallos aleatorios en la inyección. Costes elevados en la reparación de inyectores o bomba. Solución preventiva: Alterna cada 2 o 3 depósitos un aditivo limpiador de inyectores. Haz revisiones del sistema cada 60.000 - 80.000 km, según uso.